Beastie Boys y la apropiación cultural que hizo nacer un género.
En las últimas semanas el termino Apropiación cultural está en boca de todos, especialmente cuando nos referimos a una de las artistas españolas más reconocidas de los últimos tiempos, Rosalía; y habitualmente se aplica ese utiliza ese término, apropiación cultural, de manera despectiva y realmente no hace justicia a la realidad del panorama musical de hoy en día. Y es que, en mi opinión, no hay nada de malo en la apropiación cultural siempre y cuando se respeten todos los estilos de los que se nutren los autores; y obviamente, estos no sean abanderados de ninguno de ellos. Pero por qué digo esto, pues porque el grupo del que hablaremos, probablemente hayan exprimido ese extraño concepto de Apropiación cultural. Ellos son, Los Beastie Boys.
Los Beastie Boys, el primer grupo de HipHop compuesto íntegramente por blancos y además judíos, también recibió duras críticas al comienzo de su carrera a causa de ese maldito concepto de apropiación cultural. La historia de los Beastie comienza en 1981, cuando Adam Youch coincidió en Level 3, un pequeño club punk de Manhattan, con la banda llamada Young Aborigines, liderada por Mike Diamond y que hacía un Hardcore experimental, que dejó a Adam fascinado. Al enterarse que el bajista abandonaba la banda, Youch se incorporó a lo que a partir de entonces serían los Beastie Boys una banda de Hardcore Rap; y cuyo nombre hemos conocido recientemente que es un acrónimo de Boys Entering Anarchistic States Towards Inner Excellence, o lo que es lo mismo: Chicos entrando en estados anarquista hacia la excelencia interna. Un año después, los chicos publicaban el primer álbum de Postpunk neoyorkino, y esta era su carta de presentación fue Polly Wog Stew.
Pero los Beastie siempre se han caracterizado por ser seguidores de diferentes estilos musicales que han ido incorporando en sus discos a lo largo de su carrera demostrando que es, probablemente la banda Cooky Puss, basada en una broma telefónica del grupo a una franquicia de helados Carvel Ice Cream.
Pero los Beastie siempre se han caracterizado por ser seguidores de diferentes estilos musicales que han ido incorporando en sus discos a lo largo de su carrera demostrando que es, probablemente la banda
más ecléctica de la historia de la música. Y del primer estilo que mamaron fue del Rap y apenas unos meses después de lanzar su EP de Punk, vería la luz un maxi single que sorprendió a propios y extraños donde aparecen por primera vez sampleos que recogían influencias del hip hop, además de incorporar en otro corte el reaggae e incluso añadiendo toques electrónicos de dub en ese mítico Beastie Revolution. El maxi se llamaba Cooky Puss, basad en una broma telefónica del grupo a una franquicia de helados Carvel Ice Cream.
Incluso los comparaba con RUN DMC
El éxito de este maxi, especialmente en los shows hizo que los Beastie ficharan a un tipo para que les acompañara a los platos en los directos. Después de que varios Dj´s pasaran por las filas de los Beastie, un tal Rick Rubin, alguien a quien ya hemos mencionado alguna vez pues fue el fundador de Def Jam Records, se unió a ellos. Precisamente fue el propio Rubin quien, mientras aún hacía algún bolo con los chicos, se decidió a crear la discográfica y a su vez que el grupo se alejase del Punk y se acercase definitivamente al Rap pero siempre fieles a su esencia. Rubin produjo el disco que haría que los Beastie Boys, el 15 de Noviembre de 1986, dejasen la industria musical patas arriba con su Licensed to ill y su new style.
«No sé por qué vendimos muchos discos, o por qué tanta gente vino a vernos»
El álbum tuvo una acogida tremenda, hasta entonces los Beastie eran tres blancos neoyorquinos judíos, que hacían Punk hardcore para adolescentes, que servían una mocosa versión caricaturizada de la cultura hip-hop, una crónica sucia de fiestas y sexo inseguro, alimentada por los latidos del riffs de guitarra de Led Zeppelin. Sin embargo, con Licensed to ill todo cambió, rápidamente se convirtió en el álbum de rap más vendido de la historia, la Rolling Stone lo catalogó como el Mejor LP Debut de una banda en todos los tiempos, y su crític rezaba: Three Idiots Create a Masterpiece”; tres idiotas crean una obra maestra. Y en esa mísma crítica Mark Coleman escribió: los Beasties combinan la grandiosidad sonora de la guitarra de heavy metal con el rap «Say what? Verdaderamente un matrimonio hecho en el infierno. Incluso los comparaba con RUN DMC . Pero donde RUN DMC declaman con la furia de los justos, los beastie se burlan y gritan como hooligans privilegiados. Los logros de este álbum son infinitos, y su potencia musical y conceptual roza la perfección y los números lo avalan. Disco de Platino, más de 10 millones de copias vendidas, Primer album de Rap en situarse en el número 1 de la Billboard, de los primeros discos en obtener la puntuación de 5 micrófonos de The Source, y mucho más… Como curiosidad, el disco iba a titularse: Don’t Be a Faggot, algo así como “no me seas maricón”, pero la discográfica les obligo a cambiarlo. Sonaba un poco homófobo decían; además, la filial de la discográfica en nuestro país publicó este disco con el nombre «Licensed To Kill», probablemente inspirados por el boom de las películas James Bond.
«Míranos ahora. Somos adultos. Tenemos que pensar en las hipotecas. Tengo que conseguir comida para perros . Al menos estamos vivos»
La historia de los Beastie Boys se extendió de manera exitosa a lo largo de 3 décadas con 7 discos más y terminó en 2012 cuando Adam Youch falleció al no superar un cáncer en la parótida. El resto de componentes tampoco superó que Adam les dejara con solo 47 años y como ellos mismo afirman, “la banda no se disolvió, sino que siguieron caminos creativos diferentes”. Ahora Diamond es un popular locutor y DJ en radio Beats 1 ; Adam Horovitz, pasa gran parte de su tiempo fumando hierba, probando empanadillas de sopa y «haciendo nada” (dice) en Pasadena, California con su esposa, la pionera punk Kathleen Hanna. Parece que a ninguno le interesa mantenerse al día con la nueva música: «Escuchar la radio te hace odiar cada canción. Terminas escuchando la misma jodida canción de Cardi B 47 veces». Entonces, no está seguro de entender la popularidad perdurable de su propia banda. «No sé por qué vendimos muchos discos, o por qué tanta gente vino a vernos», dice Horovitz. «Como ‘Sabotage’, decir ‘Voy a escuchar eso ahora’? Es una elección rara». «Y míranos ahora. Somos adultos. Tenemos que pensar en las hipotecas. Tengo que conseguir comida para perros.” Y añade: «Al menos estamos vivos» Así es como terminó la historia de uno de los grupos más influyentes de la música americana, más allá del Rap o del Punk, Beastie Boys fueron inspiración para decenas de bandas que vinieron detrás, algunas de ellas de la talla de Rage Against the Machine. Todo esto hicieron “apropiándose” de otras culturas y estilos musicales, fusionándolos respetuosamente y sin ser abanderados de ninguno de ellos. Por eso el legado de los Beastie Boys perdurará durante décadas.