La opinión por Adrián G.Quintana (@Adri_DMC)
Corría el año 2011 cuando el técnico de sonido de éste espacio, Iván Guerrero, nuestro amigo ABG y un servidor decidimos saltarnos algunas clases para acudir al encuentro con El Chojín. Acababa de lanzar su disco El Ataque de los que Observaban y estaba llevando a cabo cursos de escritura así como charlas en medios de comunicación locales de Alcalá de Henares. Nunca había sido el artista que mejor nos sonaba pero si uno de los que más nos trasmitía. Tras hacernos una foto e intercambiar un par de cuestiones sabíamos que había merecido la pena aquellas pellas. Él no lo veía tan claro, pero éramos consecuentes.
Casi una década después, los tiempos han cambiado y las pellas continúan, pero tristemente con motivos distintos. Tan habitual como encontrar los trapicheos en la puerta del insti es dejarse unas monedas en la casa de apuestas que está a dos cigarros del patio. Total, está normalizado. Es un banner habitual de los videos de You Tube que consumen, patrocinadores de los equipos de fútbol que siguen y hasta anunciados por los raperos que algunos consideraron ejemplos a seguir ¿Qué pensaría El Chojín de entonces de estos chavales? ¿Atraídos por su amistad con Luckia? Eso es otro debate.
La falsa moral que desbordaban sus textos de antaño han quedado retratados en actos banales y despreciables que se van superando los límites de la lógica común. Una insensatez que se ha ido propagando con el paso del tiempo, donde los principios caen en la lista de prioridades varios peldaños por debajo de lo económico. Así quedó demostrado cuando a través de sus RRSS ofrecía plazas por 250€ para acompañar al artista en un fin de semana rural. Un cumpleaños más que rentable que ni siquiera garantizaba una noche de ruleta y tragaperras.
Cuando el desequilibrio parecía imparable, el artista retomaba su puesto al frente del programa televisivo Ritmo Urbano y pasaba a ser colaborador de un conocido programa de La Sexta. Aun así, sus nuevos planes no han torcido su rumbo y, tras lanzar su último disco físico y un nuevo libro, ahora ha decidido ofrecer un nuevo acercamiento con sus seguidores: Charla con El Chojín.
Esta idea empresarial –nunca aproximación desinteresada hacia sus fans-, consiste en una videoconferencia con el artista de 30 minutos de duración a más de un euro el minuto. Pues el precio de esta charla para la que hay que pedir cita previa asciende a 35 euros.
Aquellas pellas de 2011 tuvieron como premio una charla con El Chojín. El tío que no era el que más sonaba, pero si uno de los que más nos trasmitía. La poca responsabilidad que teníamos entonces brotaba de sus textos y la cultura del esfuerzo, también. La charla duró poco más de 15 minutos.
Una década después, Chojín, ¿Tienes cambio?
Qué mala es la envidia…