La fiesta de J.Dose en la Sala Rock Palace de Madrid
El bautizo de J.D.O o la fiesta de J.Dose y la banda en Madrid. Un espéctaculo de música, sin adornos, con los pies en el suelo y el futuro por los aires.
De traje, la ocasión lo merecía, con la seguridad de que aquello acabaría siendo una fiesta y la energía de trasmitir a los presentes las vibras de su primer disco en solitario. J.Dose lo hizo. Soñaba con ser cantante y demostró que lo puede ser cuando quiera. A su lado, la banda con la que lleva trabajando varios meses atrás: Teclado (Sergio Sánchez), Guitarra (Juan Torres), Batería (Imanol Nieto), Bajo (Víctor Molina) y Saxofón (Carlos Calzada). El escenario se quedaba pequeño, pero no importaba, Dixieman agarraba la guitarra y Javi Dose se soltaba las primeras barras de la noche.
Apuesta arriesgada del artista. Con apenas 5 meses transcurridos desde el lanzamiento de su trabajo, J.D.O, decidía cambiar las intrumentales por ritmos naturales y en directo de la banda. Arriesgado, sí, pero desde luego acertado. La atmósfera creada en la Rock Palace de Madrid impregnaba a fieles y recién llegados. Se sucedían las versiones, temas inéditos y los invitados. FernandoCosta era el siguiente en saltar al tapiz, la energía comenzaba a fluir de principio a fin de la sala y Waor entraba en escena para certificar que estábamos en plena movida madrileña con su colaboración en Donde Estoy.
Quedaba noche. Capucha a mitad esta vez era Albert Stewar el acompañante de Dose, Los Chicos de la Lluvia tándem completo. Y si estábamos en el estreno del nuevo disco de J.Dose, Stewar nos avisaba que pronto se repetirá la fiesta con su próximo trabajo. Entrábamos en la recta final de la noche, sonaba la reconocible banda sonora de la serie Narcos versionada por J.Dose en su tema SUYO. Mucho trabajo le había aupado al lugar donde ahora se erguía y no quiso olvidarse tampoco, de uno de sus mayores apoyos en el camino. Juancho Marqués tomaba el micro para dejar la música En Privaó y comerse el mundo en solitario. Así entrábamos en la recta final del show.
Faltaba el soul, la prodigiosa voz de Bubu Jay que también hacía acto de presencia para levantar el público. La rueda ya no podía parar. Los pogos en la Rock Palace, la banda sobresaliente y el mérito de levantar en volandas a un público entregado a la causa perdida de la música. No quedó mejor recuerdo que el roce de garganta en la piel del protagonista. J.Dose lo había dado todo y el público con él. No, no te equivocas en querer ser un cantante.