La opinión de Alex García (@Alexgarcia833)
Me he decidido a escribir este artículo porque en mi opinión, no se está siendo justo con el valor que tiene Darío El Misionero como host/speaker de talla mundial.
Antes de empezar, quiero dejar claro que puedo compartir o no ideas políticas y de vida con él, en este caso concretamente discrepo en bastantes, pero voy a hablar de su desempeño en el escenario y no de sus polémicas de las que únicamente diré que para mí, con Cayú no estuvo bien (tampoco lo estuvo el chileno), pero pidió disculpas y lo rectifico con Bekaesh dando un estupendo papel juntos en FMS Internacional en contra de lo que la mayoría esperaba.
Misio domina el escenario como nadie, su presencia otorga un aura especial (hay que verlo en directo como mueve al público) y prueba de ello es este vídeo de Freestyle Adictivo.
A su vez, aunque de escucharlo tantas veces acabo cansando, cuando estás abajo en el público, ese discurso del momento único, de disfrutar el presente y de hacerte sentir parte, llega y mucho sobre todo en Latinoamérica y especialmente en su Argentina querida.
El tercer argumento es su amor por la profesión: es un profesional que disfruta como un enano siendo host y eso se nota en sus reacciones, en sus presentaciones y también cuando de vez en cuando lo vemos en la faceta de comentarista/reaccionador como en la Final Internacional de México que ganó Aczino.
Y sí, en el escenario no tiene todo bueno y voy a mencionar quizá lo que menos me gusta de éste y es su excesiva pasión con según que MCs por la amistad que les une y porque, seguramente, le encantará como rapean (a mí me pasa también a veces, pero eso hay que tratar de dejarlo de lado cuando eres host y ahí el ejemplo lo tenemos en casa con nuestro Bekaesh).
Pero por otra parte, aunque a veces peca de gritar demasiado, para gustos colores, pero a mí dame un profesional así que se deje absolutamente todo y esté metidísimo en el evento antes que alguien desconectado o que en su defecto, grite sin motivo.
Por pasión, por cómo agita al público y por presencia, reconozco que verlo en un evento de speaker siempre es un motivo y un reclamo para sentarse delante del ordenador a ver la competición. Un distinto que dirían los argentinos con un talento único para ser speaker y volver absolutamente loco al público.
Cierro esta opinión con una presentación histórica a la altura de uno de los mejores de la historia, el más mágico bajo la opinión del que escribe. Desde aquí y como dirían en tu país, te re banco en escena, Misi