Barna se rinde al Gran Maestro Beodo
Hígados, cuellos y palmas sufieron por igual el paso del Maestro Sho-Hai por tierras catalanas. La Última Función trajo consigo el Funk, sedució a la gamberra del Punk y deleitó con el rap de siempre a los 1.200 fieles que acudieron a la Sala Apolo. La voz desgarrada de Sergio Bolínguez se apoyaba en los coros de Ossian para soltar los tramos de su último LP, combinando con temas de Doble Vida y míticos de Violadores del Verso.