“Café para muy cafeteros” sería el resumen que haría del nuevo trabajo conjunto de Vito y Acid Lemon, entiéndase esto en el mejor sentido posible. Desde Barcelona y, bajo el título de Peces en un charco, nos llega el segundo trabajo de larga duración de estos dos artistas.
Después de El Taller (2015), de Itinerarios. Antología, poesía y desencanto (2016) y de trabajar codo con codo en Entre andenes y salas de espera, junto a Gordo del Funk y Morgan, Vito y Acid Lemon han decidido seguir trabajando juntos para deleitarnos con otra entrega de ese sonido tan propio y tan profundo que los caracteriza. Formado por 13 cortes, son muy pocas las colaboraciones que encontramos en él y que se resumen en Ríe y Autèntic Home Llúdriga en los párrafos y Gordo del Funk como encargado de la producción del corte Verano del 98.
Cuando te dispones a escuchar un disco nuevo de esta dupla ya tienes una idea del sonido que te vas a encontrar y, de alguna manera, siempre hay canciones que te sorprenden por innovar dentro de ese sonido sin llegar a convertirse en algo que no son y sin sumergirse en ritmos que realmente no les representan. Por ello hay que poner en valor el trabajo de Acid Lemon, ya que ha sido el encargado de crear los beats de todas las canciones excepto una, la de Gordo del Funk, por lo que podemos asegurar que no ha dejado nada en manos del azar.
En cuanto a las letras, la métrica y, en definitiva, los párrafos, tampoco hay sorpresas. Cuando pulsas el play sabiendo que David Rebollo estará cabalgando los ritmos, sabes que no habrá fallos, que vas a encontrar algo que se parece mucho a la poesía, con un léxico muy amplio, y que las letras van a estar mimadas y medidas como muy pocos artistas consiguen hacerlo.
Seguramente este trabajo no acabe el 2019 en las listas de mejores discos del año, no llegue a colarse en las tendencias de Youtube, ni se posicione en lo más alto de las listas de Spotify, pero si alguien se topa con él y lo escucha con atención hasta el final, no quedará indiferente. A los que nos gusta este sonido, escuchar discos trabajados y bien hechos y, en definitiva, a los que nos gusta este café, estaremos encantados de seguir bebiéndonos su música.